Mi filosofía es holística, teniendo en cuenta los aspectos biológicos, sociales, psicológicos y espirituales de la curación. La ibogaína puede afectar a todos los ámbitos de nuestra experiencia de forma poderosa, cambiando la forma en que nos relacionamos con nuestros cuerpos, nuestro entorno y nuestras historias personales. Como resultado, generalmente soy resistente al diagnóstico, centrándome en lo que está emergiendo y animando a mis clientes a anclar eso en nuevos rituales personales, prácticas nutritivas y redes de apoyo.

Jonathan Dickinson
Soy un coach de recuperación y consultor que ha estado trabajando con iboga e ibogaína tanto en contextos clínicos como ceremoniales en Canadá, México y Costa Rica desde 2009. He sido parte de cientos de tratamientos de desintoxicación con personas que pasan por varios protocolos de tratamiento, y también he entrenado a personas a través de protocolos de micro-dosis a largo plazo para todo, desde la depresión y la ansiedad a los trastornos neurodegenerativos.
Solía ser el director de la Alianza Global de Terapia con Ibogaína (GITA), durante la cual dirigí el desarrollo de las Directrices Clínicas para la Desintoxicación Asistida con Ibogaína, una guía de gestión de riesgos que sigue siendo un estándar en el campo. Organicé tres conferencias internacionales sobre la terapia con ibogaína en Vancouver, Canadá (2012); Durban, Sudáfrica (2014); y Tepoztlán, México (2016). He colaborado con investigadores en los campos de la psicología y la bioquímica, he publicado trabajos revisados por pares y otros artículos sobre la terapia con ibogaína, y he presentado en numerosas conferencias a nivel internacional.
En 2014, me inicié en una tradición Dissoumba/Fang de Bwiti en Gabón, que ha tenido una gran influencia en mi vida. Mi experiencia allí inspiró posteriormente una investigación durante mis estudios de psicología en la Universidad de Sofía sobre las variedades de experiencias que tienen las personas que toman ibogaína en diversos contextos y cómo se integran física y emocionalmente. A lo largo de todo esto, me ha inspirado el potencial de la ibogaína para cambiar las visiones del mundo y las historias que nos contamos sobre nosotros mismos de manera poderosa. La ibogaína no siempre es un viaje fácil, y he tenido el honor de poder apoyar a la gente en este camino.
Ceiba es el nombre de un género de árboles con flores nativo de las regiones tropicales y subtropicales de América y África Occidental, donde a menudo se considera sagrado. Para los mayas del sur de México y Centroamérica, la ceiba simboliza el axis mundi, la puerta entre el inframundo, la tierra y el cielo. En las ramas de la tradición bwiti de Gabón, la ceiba desempeña un papel especial como lugar donde los banzis anuncian sus intenciones a los espíritus del bosque y a sus antepasados al comienzo del proceso de iniciación.
